TRASTORNOS MOTORES
No
hace falta decir que en las grandes encefalopatías el retraso motor y mental
están íntimamente imbricadas. Así, los déficits de la evolución motora corren
al unísono al de la inteligencia. De ahí que se le ha denominado “paralelismo
psicomotor”.
Al
abordar este problema de paralelismo entre nivel intelectual y motor en los
débiles mentales se tendrán en cuenta su etiología.
Algunos
de los estudiosos del tema arguyen que las relaciones más estrechas se dan
entre aquellos infantes que presentan una debilidad de tipo endógeno, y no
siendo así aquellos cuyo origen es de tipo exógeno.
En
el estudio efectuado por M. Stambak la eficiencia motora, globalmente en
correlación a la edad, en los débiles es parecida a la eficiencia intelectual;
aunque, subraya el autor, ello depende de las tareas encomendadas al infante.
De
su estudio comparativo se desprende que, entre débiles endógenos y exógenos,
con igual CI., se colige que las posibilidades motoras de los primeros son en algunos
aspectos de igual nivel que las de los demás adolescentes, considerados
normales de su misma edad. En cambio, los
débiles exógenos, en ocasiones son inferiores
a los demás niños de su misma edad.
Pasamos, a continuación, a los aspectos
más relacionados con estos déficits reseñados, como es la apraxia infantil.
Como
bien comenta el famoso psiquiatra infantil
J. de Ajuriaguerra: “En el niño no podemos
ver una única apraxia, sino diversos tipos”.
Exponemos
tres tipos de apraxias “comunes”, para seguir más adelante con lo que se ha
venido denominar “apraxia especializada”.
Primero:
“Apraxia de realizaciones motrices”.
Con
frecuencia dicha apraxia no presenta alteración del esquema corporal, junto con
un déficit motor neurológico y retraso de la organización motriz. Se
caracteriza por una falta de coordinación,
con actos lentos y torpes.
Segundo:
“Apraxia constructiva”.
Se
caracteriza, entre otras, por una mala lateralidad, con dificultades de
conocimientos de los dedos, al tiempo que puede dificultar el imitar los
gestos.
Tercero: “Planotopocinesia y cinesias especiales”.
Muy
esporádicas o raras, son motivadas por una falta de organización del esquema
corporal. Son infantes que suelen tener dificultades en vestirse, abotonarse,
hacer nudos, etc. Los trastornos de praxis utilitarias muestran dificultades en
los conceptos de “alto-bajo”, “izquierda-derecha”. De ahí sus dificultades
grafo-constructivas y que se mostrarán al dibujar figuras geométricas, incluso
copiarlas o hacerlos con palos.
Cuarto:
“Apraxias especializadas”.
Este
tipo de apraxias implicarán a un grupo de niños que presentan cuadros
psicológicos más complejos y que afectan a su cuerpo o a una determinada
función gestual. Acontecen en raras ocasiones y se dividen en:cuatro especificaciones,
de los cuales sólo daremos los enunciados, debido a su complejidad médica:
a)
La apraxia facial, con alteraciones diversas del rostro del
infante.
b)
La
apraxia postural. Con alteraciones del comporta-miento en el reconocimiento de
sus miembros.
c)
La
apraxia colectiva. Que afecta a su vez, a la apraxia del vestido y al desorden
en sus
movimientos.
d)
La
apraxia verbal. En la cual están implicadas las relaciones verbomotrices no
motivadas por dificultad de comprensión, sino por falta de concordancia entre
el acto y la consigna del acto.
En
nuestro próximo apartado nos centraremos en la escritura del infante y sus
alteraciones grafoescriturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario