viernes, 25 de mayo de 2018

Espacio Infantil


TRASTORNOS  MOTORES

No hace falta decir que en las grandes encefalopatías el retraso motor y mental están íntimamente imbricadas. Así, los déficits de la evolución motora corren al unísono al de la inteligencia. De ahí que se le ha denominado “paralelismo psicomotor”.

Al abordar este problema de paralelismo entre nivel intelectual y motor en los débiles mentales se tendrán en cuenta su etiología.

Algunos de los estudiosos del tema arguyen que las relaciones más estrechas se dan entre aquellos infantes que presentan una debilidad de tipo endógeno, y no siendo así aquellos cuyo origen es de tipo exógeno.

En el estudio efectuado por M. Stambak la eficiencia motora, globalmente en correlación a la edad, en los débiles es parecida a la eficiencia intelectual; aunque, subraya el autor, ello depende de las tareas encomendadas al infante.

De su estudio comparativo se desprende que, entre débiles endógenos y exógenos, con igual CI., se colige que las posibilidades motoras de los primeros son en algunos aspectos de igual nivel que las de los demás adolescentes, considerados normales de su misma edad. En cambio, los débiles exógenos, en ocasiones son inferiores a los demás niños de su misma edad.

Pasamos, a continuación, a los aspectos más relacionados con estos déficits reseñados, como es la apraxia infantil.

Como bien comenta el famoso psiquiatra infantil J. de Ajuriaguerra: “En el niño no podemos ver una única apraxia, sino diversos tipos”.

Exponemos tres tipos de apraxias “comunes”, para seguir más adelante con lo que se ha venido denominar “apraxia especializada”.

Primero: “Apraxia de realizaciones motrices”.
Con frecuencia dicha apraxia no presenta alteración del esquema corporal, junto con un déficit motor neurológico y retraso de la organización motriz. Se caracteriza por una falta de coordinación, con actos lentos y torpes.

Segundo: “Apraxia constructiva”.
Se caracteriza, entre otras, por una mala lateralidad, con dificultades de conocimientos de los dedos, al tiempo que puede dificultar el imitar los gestos.

Tercero: “Planotopocinesia y cinesias especiales”.
Muy esporádicas o raras, son motivadas por una falta de organización del esquema corporal. Son infantes que suelen tener dificultades en vestirse, abotonarse, hacer nudos, etc. Los trastornos de praxis utilitarias muestran dificultades en los conceptos de “alto-bajo”, “izquierda-derecha”. De ahí sus dificultades grafo-constructivas y que se mostrarán al dibujar figuras geométricas, incluso copiarlas o hacerlos con palos.

Cuarto: “Apraxias especializadas”. 
Este tipo de apraxias implicarán a un grupo de niños que presentan cuadros psicológicos más complejos y que afectan a su cuerpo o a una determinada función gestual. Acontecen en raras ocasiones y se dividen en:cuatro especificaciones, de los cuales sólo daremos los enunciados, debido a su complejidad médica:

a)      La apraxia facial, con alteraciones diversas del rostro del infante.
b)      La apraxia postural. Con alteraciones del comporta-miento en el reconocimiento de sus miembros.
c)      La apraxia colectiva. Que afecta a su vez, a la apraxia del vestido y al desorden
en sus movimientos.
d)     La apraxia verbal. En la cual están implicadas las relaciones verbomotrices no motivadas por dificultad de comprensión, sino por falta de concordancia entre el acto y la consigna del acto.

En nuestro próximo apartado nos centraremos en la escritura del infante y sus alteraciones grafoescriturales.

F. Xavier Serracant
Revista Trazos 41 

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